jueves, 30 de junio de 2011

Chateando a mansalva


El pastoreo genera muchas cosas, como por ejemplo chatear a mansalva y que esto se transforme un universo paralelo al punto de creer que es real.
Los que tenemos mas de 25 años y ya en el ´96 o ´97 teníamos la ¿suerte? de tener internet (como no recordar el sonido del módem conectándose o putear porque alguien llamaba y nos cortaba la conexión) fuimos pioneros en esta materia. Entrar a los salones con el grito de guerra: "¿Alguna mujer?" y ver como todos preguntaban lo mismo. Esos salones inestables de Ciudad, Uol o vaya a uno a saber cuantos mas habría (que luego pudieron ser reemplazados por el ICQ o MIRC), no hacían más que pedir al toque el teléfono si alguna Dama "picaba" y teníamos el lujo de que chateara con nosotros. Luego apareció el MSN y sin embargo uno ya seguía con la misma tónica (la única que debería existir). El tema es que muchas veces aparecían personas para agregar al MSN sin saber de dónde salieron. Esto hizo que muchas citas se dieran rápidamente, a veces a ciegas y en distintos lugares como: Parque Rivadavia, Plaza Flores, Palermo o Pilar.
Un día (por el ´02, aproximadamente) conocí a una mujer de Paraná y durante varios meses traté de planificar como ir, si alguien iba para allá, si me tiraban unos pesos porque no tenía trabajo y solo pastoreaba frente a la PC. Hasta que un día, mi hermano decide ir con su mujer a Rosario. Me prendí con ellos hasta ahí y de ahí un micro a Paraná. Hay que aclarar que a esta chica no le dije que iba, pero si a su hermana. En el micro viajé con un estudiante de medicina, que le contaba que estaba yendo a conocer a una muchacha, etc..., a lo que se limitó a mirarme con cara de "que pibe pelotudo". Una vez en Paraná me encontré con la hermana y fuimos para la casa. Cuando me vio ella se decepcionó porque creyó que era mas alto (a pesar de las fotos que le mandé). Fuimos a la casa, me presentó a los padres. El tema fue cuando llegó la noche y que no había pensado en dónde iba a dormir (y con la poca importancia que ella me daba, ya pensaba en volver a Bs As). A pesar de la incomodidad del padre (que le llegué a decir "Ginobilli es un invento del periodismo"...) dejó quedarme. En medio de la noche ella me despertó pidiéndome disculpas por su maltrato y que al otro día me iba a tratar mejor. No fue el mejor trato, aparecieron sus amigas y fuimos a pasear a la costanera, donde no me dio ni la hora, asi que me calenté, fui a la terminal y cambié el pasaje para que me vaya en 2 horas. Ella me buscaba desesperada porque no sabía por dónde andaba, si estaba perdido (en un par de horas ya me había ubicado en la ciudad) o me había secuestrado un extraterrestre. Cuando nos encontramos en la casa le volvió el alma al cuerpo y ahí le avisé de mi cambio de planes. 1 hora después volvía a casa luego de la peor "patinada" de mi vida amorosa(?).


Vista del Parque Urquiza, lugar en el que estuve 10 minutos, porque enseguida me fui a la terminal a cambiar el pasaje....

domingo, 19 de junio de 2011

Otra aventura a Cardales-Río Luján

En una de mis tantas excursiones a S@fitel de Cardales tuve la loca idea de ir en bici. Para eso, me fui a Retiro para tomarme el tren a Ballester y de ahí a Río Luján.
Llegué al horario del tren que salía a las 8 para estar a las 9 en Río Luján, pero linda sorpresa me llevé cuando vi que el tren no estaba. Pregunté a un operario y me dijo que al anterior tren se le rompió la locomotora y sacaron mas temprano al de las 8...Pero me dijo que en un ratito salía otro. El otro salió 8:45 y ya llegaba tarde, por suerte(?) Matías (mi jefe) también iba a la florería del hotel.
Cuando iba cruzando la Panamericana, el chancho pidió boletos y cuando vio el mio me dijo: "este va hasta Escobar" ¿Algo más me podía pasar? Ya anduve 10 kms en bici y ahora tenía que hacer 12 kms hasta mi destino. Llegué al hotel a las 11, luego de andar por la ruta 8 (aventuras si las hay...). Dejé la bici en el estacionamiento, me encontré con Matías que me puteó lindo y a trabajar. A la hora de la salida, a las 16 voy a buscar la bici y me encuentro con la sorpresita de que estaba pinchada la rueda de adelante. A las puteadas, me fui con la bici al hombro a la estación. Llegué justito con el tren (si lo perdía, tenía que esperar 2 horas para el próximo) y en José León Suárez decidí ir a buscar una bicicletería. Allí la encontré pero tuve que cambiarle la cámara, porque cuando puso a la pinchada en el balde con agua parecía un hidromasaje. Llegué a casa un rato más tarde de lo de costumbre (teniendo en cuenta que de cualquier manera no puedo bajar de las horas, salvo que sea en auto).
Me desperté tempranísimo y no contento con la aventura del día anterior, decidí ir otra vez en mi fiel(?) compañera(???). Esta vez, no le hice caso al servicio meteorológico que indicaba que por poco no iba a pasar un huracán.
Cuando llegué a Escobar "el mundo se venía abajo" pero ya no tanía chance de otra cosa en medio del campo. Salí bien de la estación Río Luján pero cuando llego a la colectora del hotel ¡otra vez pinché! Llegué caminando/puteando y tarde otra vez.
Salí tarde para el tren y la dejé ahí y así durante 3 días hasta que el Gerente se cansó de ver mi bici en la puerta de Seguridad. Entonces logré salir a las 16 para poder agarrar el tren e ir de nuevo a J.L. Suárez. Cuando iba por la mitad del camino llegó el tren y me garcó. Por lo cual la tristeza en la estación era gigante y me ilusionaba con que pase otro mas temprano pero sabía que no, asi que decidí ir a Campana cuando llegó el que va a Zárate. Caminé 15 cuadras y llegué cuando la bicicletería cerraba. La dejé, me tomé el Chevalier con otra mega e increíble tormenta.
Al otro día salí del hotel a las 14 y me fui a Campana sabiendo que a las 16 pasaba el tren a Ballester. Busqué la bici, pero cuando iba a la estación me confundí de calle, le pregunté a un viejo que no tenía idea dónde estaba el tren. El tiempo que perdí hizo que viera cómo se iba el tren (otra vez...). Asi que a esperar hasta las 18. En ese viaje pude sacar estas fotos .

Hay darle bola a las señales del universo...

miércoles, 1 de junio de 2011

De aventuras con Brian

Ya de por si Brian es una aventura andante, por lo que uno sabe que algo loco puede pasar. En este caso, lo llevé para que conozca el hotel de Cardales porque existía la posibilidad de que trabaje allí para reemplazarme.
Ya todo comenzó mal porque llegué tarde para tomar el Chevalier de las 7, que pasa por Río Luján a las 9, que es el horario que debía entrar al hotel. Maldito Expreso! Tener que tomar la baratija del Común que tarda más que yo en bici...
Llegamos allá, luego de hablar de nuestras andanzas por el GBA tanto en tren como colectivo. Todo sucedió más o menos con la "normalidad" que estoy acostumbrado. Entre lo sucedido fue lo ya contado en "Carta de Amor" (otra vez...).
Brian quería experimentar lo que era viajar en tren desde Río Luján -Ballester-Retiro. Le comentaba de los horarios locos y que si nos daba el tiempo tal vez podíamos irnos en este medio transporte y no tener que esperar el Chevalier o el 60 "campesino" (Zárate-Maschwitz).
Salimos a las 16:00 y así poder agarrar el de las 16:20. Con la salvedad que la estación a casi 2kms.
Veníamos bajando por la colectora (donde se ve toda la "Reserva Otamendi" y también la formación a casi 3 kms antes de llegar, por lo cual es una vista absoluta) lo vimos venir y empezamos a correr. Corrimos, corrimos y corrimos como ladrones(?) y cuando estábamos a 50mts. el tren se nos fue. ¡Qué fastidio! ¡Qué enojo! ¡Qué frustración para Brian, que iba a debutar en ese "Mistery and Magic Tour"!
Luego del superar este fastidio, nos tomamos el 60 "campesino" hasta Escobar. En la Estación hay unos "resistentes" videojuegos (por donde varias veces hice alguna escala) y Brian quería pasar por ahí pero el Chevalier ya salía y supusimos que otro día podría darse el gusto. Gusto que hasta ahora no se puedo dar porque no lo llamaron de la florería para ir allá.


En el Chevalier, con Brian, su Guia "T" y yo con unos anteojos que encontró por la calle, yendo a Cardales.